Lo que llevo puesto: Suéter Vintage, Gafas de sol Boohoo, falda de gamuza Bestseller, Zapatos de Tacon ASOS y bolso Beara Beara
Caminar por el Champs de Mars un domingo soleado con un ramo de flores a 1 euro, es todo lo que necesito en la vida para ser feliz. Y sabes qué, nada le gana a un suéter cómodo. Tengo algunos que son ridículos de grande, y casi tan viejos que los podría tirar. Pero los guardo y me aferro a ellos, la falta de forma poco favorecedora se compensa por la manera en que me arropan, casi como el edredón del que sufro extraerme cada mañana. Este suéter es definitivamente de esos suéteres. Lo saqué de una tienda de vintage en la sección de hombres, y aun me rio de lo grande que es – en serio no hay un hombre en este planeta bastante grande para llenar este suéter. Sus mangas casi me llegan a los tobillos. Pero es el suéter más deliciosamente confortable y reconfortante que jamás he tenido. Sin embargo no ha sido facil conservarlo todo este tiempo porque se lo paso a cualquier amigo o amiga que llega a casa con frío o que va muy desabrigado para el clima y enseguida todos se lo quieren quedar. En general soy bastante generosa con la ropa – regalando cosas a diestra y siniestra, pero este viejo trapo, me le aferro con uñas y dientes. No me lo pongo mucho fuera de casa, pero estos días me cuesta sacármelo de encima… Fotos: Catherine O’Hara
