Lo que llevo puesto: Vestido de Encaje 50’s de Superdry, Sandalias Primark, Bolso Canasta de Damart y Gafas de Sol de Fashion Pills
Roma tiene un lugar muy especial en mi corazón. Visité esta ciudad por primera vez el año pasado porque una amiga vive ahí, en realidad iba más para verla que para explorar la ciudad en sí. He ido a muchas ciudades de Italia con lo años pero ninguna me hace extasiarme tanto como la capital. Mi primera caminata matutina por Monte me dejó obsesionada – y todas esas sensaciones que tuve cuando descubrí París por primera vez resurgieron de golpe. Hay algo de verdad estimulante en enamorarse de un lugar, es como si tuvieras un mundo completamente nuevo a tus pies y quieres hacer, ver y experimentarlo todo a la vez. Y lo que alguna vez fue una ciudad que solo veías en postales (o mejor dicho en Pininterest) se vuelve un nuevo rincón del mundo al cual puedes atar tus recuerdos y sensaciones. He ido a Roma 3 veces y ya estoy planeando mi 4ta visita. Se ha vuelto como tradición para mi comprarle un ramo a este adorable viejito en una calle cerca de donde vive mi amiga – esta vez escogí un arreglo de flores secas que paseé felizmente todo el día en mi bolso canasta. Y con el único vestido limpio que quedaba en la maleta, revoloteé en uno de los puentes mas bonitos de Roma al atardecer – un perfecto recuerdo de verano. Mas acerca de Roma mañana así que no os perdáis!
